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Mostrando las entradas de febrero, 2007

Columnas sobre los 40 años de la OFB

Dos columnas han sido publicadas en El Tiempo felicitando a la Orquesta Filarmónica de Bogotá por los 40 años que cumple este año. Sólo una de ellas señala los radicales cambios que enfrenta la orquesta ahora que es responsable de todos los porgramas de música y danza del Distrito. Si bien estos cambios son una gran oportunidad también son territorio virgen para una entidad tradicionalmente pequeña, que nunca ha administrado su propio escenario y que ahora enfrenta la responsabilidad de organizar eventos como Rock al Parque. ¿Cómo se hará este difícil ajuste? No es claro aún. Queda un año de administración Garzón para implementar esta importante transición. Ojalá todo salga bien. - Columna de Ilse de Greiff - Columna de Fernando Toledo

Fraude musical

En 1990 la gran noticia en la prensa musical era el engaño con que el dueto de Milli Vanilli había logrado ganar un Grammy y vender millones de discos a nivel mundial: ¡los dos integrantes no eran quienes cantaban, ni en el disco ni en los conciertos! El 2007 tiene ya una inverosímil noticia que ha generado hata una columna de opinión en el New York Times. La noticia es el descubrimiento de que Joyce Hatto , pianista inglesa que murió en junio del año pasado no es quien realmente toca el piano en varias de sus grabaciones. La noticia ya se conoce en internet como el Hatto-gate y, dado que fue descubierto gracias a que el iTunes de un aficionado identificó un disco de Hatto como uno de Laszlo Simon, pone de relieve lo difícil que es para el oído humano distinguir las sutilezas entre piezas con ligeras alteraciones. Este incidente provoca además una delicada pregunta: ¿hasta qué punto vale la pena seguir grabando y vendiendo grabaciones de obras de las cuales ya hay múltiples -y muy bue

Los programas de mano

Hace unos días estuve en el Teatro Colón en una presentación de pas de deux y pas de trois ejecutados por bailarines del cuerpo estable de ballet del Teatro Colón de Buenos Aires. Las boletas no eran baratas –tampoco eran demasiado caras– pero me sorprendió lo malo que fue el programa de mano dado el precio del evento. El programa se limitó a decir qué iban a bailar, en qué orden, y quiénes eran los compositores de las obras; nada más. Un programa de mano es la fuente de información para el público asistente a un evento. El público no es homogéneo. Hay verdaderos conocedores de las obras o género que se van a presentar, hay neófitos que por primera vez pisan un teatro, y hay amantes de la cultura que saben “comportarse” en un teatro pero quieren aprender más, por nombrar tan solo tres posibles perfiles. Esto significa que, por poner el ejemplo del ballet de Buenos Aires, habrá dentro del público quienes sepan qué es un pas de deux, quienes no sepan qué es un ballet, quienes sepa

El nuevo CD

Pensaba escribir el domingo pero acabo de leerme una fascinante columna . Según el autor el aparatico que aparece aquí, el famoso iPod , será la nueva manera de distribuir música de manera física. El iPod edición The Beatles, el iPod vendiéndose a la salida de los conciertos de un grupo, etcétera. ¿Se imaginan, salir de un concierto y encontrar un iPod shuffle con la más reciente grabación del Kronos Quartet y un iPod de mayor capacidad con toda la discografía del cuarteto? ¿Será que la palabra discografía desaparecerá? ¿Cuál es la iPodgrafía de Joshua Bell ?

Cambios en Pittsburgh. ¿Y en la Sinfónica?

From our three respected conductor colleagues, we have gained a great deal, and our orchestra has remained vibrant, secure and committed to excellence. In taking our time to assess the needs of the PSO, we have concluded that a strong, central leader is important to enhancing the artistic excellence of this orchestra. We have found that leader in Manfred Honeck, and we are exceedingly happy to welcome him. Larry Tamburri President and CEO, Pittsburgh Symphony Desde que la Orquesta Sinfónica Nacional nació en 2004, un aspecto en particular ha sido motivo de controversia entre la administración de la orquesta y la crítica musical: la decisión de tener una dirección artística dividida en tres directores. Luis Biava, Alejandro Posada y Eduardo Carrizosa han sido desde 2004 los directores de la orquesta sin que sea claro dónde empiezan y terminan las responsabilidades de cada uno. En varias columnas pasadas me he referido a lo inconveniente que es esto para una orquesta, especialmente para