Uno de los placeres del mundo moderno -por lo menos para mí- es ir a ver una buena película de cine en un teatro. Una buena película es difícil de definir. Depende del estado de ánimo en el que uno esté ese día, de qué tipo de situaciones haya vivido uno recientemente e inclusive de si uno tiene todos los insumos (conocimientos, referentes, etcétera) necesarios para disfrutarla. Ayer en la noche fui a ver Volver , la más reciente producción de Pedro Almodóvar. No quiero discutir aquí la calidad de la película sino algo que me sorprendió mucho, tal vez porque hasta ayer caí en cuenta de ello. Las películas de Almodóvar, además de explorar la humanidad de sus personajes, de contar muy buenas historias, y de ser hermosamente filmadas y excelentemente caracterizadas por sus actores y actrices, tienen una música fantástica. La música de Volver es sensacional. Sin oscurecer las escenas, la música de la película complementa las situaciones, las multiplica y las hace más intensas. Aparte de l...