Ilkka Talvi
Esta es la foto del violinista que escribe Of Music and Men, el blog del que escribí ayer.
Esta controversia ha generado que en Seattle se esté hablando bastante acerca de los concertinos, qué hacen y su proceso de selección. En Seattle, Gerard Schwarz, el director musical, ha invitado a dieciséis violinistas a tocar de invitados. En estas invitaciones los y las violinistas no sólo tocan con la orquesta sino que cenan en casa de Schwarz con su familia y miembros de la junta directiva, presentan una audición frente a otros músicos de la orquesta, presentan un recital como solistas, y visitan a una pareja de mecenas que financian el cargo de concertino - esta pareja tiene una colección de Stradivarius y Guarneri y Schwarz lleva a los candidatos a probarlos.
El año pasado se retiró de la Orquesta Filarmónica de Bogotá el concertino Luis Martín Niño. Además de ser un violinista como ninguno que haya tocado en una orquesta colombiana, Luis Martín es una persona de inmensas cualidades humanas y artísticas. El violín y el arco son extensiones de su ser - cuando toca es como si estuviera depositando su alma en quien lo escucha. Luis Martín está tocando en Chile en la Orquesta del Teatro Municipal como uno de los concertinos. Al parecer, después de mucho buscar, el comité de la orquesta escuchó diez compases tocados por Luis Martín y el veredicto fue inmediato.
Desafortunadamente aquí esta gran pérdida pasó sin pena ni gloria en las noticias culturales. Sin muchas posibilidades para desarrollarse como solista en un país con pocos espacios para la música clásica y estando en una orquesta que después de un año y medio todavía no tiene director titular y después de un año sigue sin director ejecutivo, las perspectivas obviamente eran mejores en otro lado. Ojalá las orquestas nacionales (la Sinfónica y Filarmónica aún sin concertinos) lo sigan invitando como solista y como primer violín invitado.
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