Foto: evaluamos.com
La Orquesta Sinfónica de Colombia acaba de conseguir un patrocinio por 1000 millones de pesos de parte de Telecom - el anuncio fue hecho el pasado 18 de febrero. Después de un poco más de un año de fundada, la Orquesta ha captado un importante patrocinio que demuestra que Telecom no sólo une a los colombianos sino a la Sinfónica con el país. Un valioso aporte financiero que no pareciera tener mayores consecuencias en el desarrollo artístico de la Orquesta sino en el desarrollo de su objetivo de servir a la mayor parte del territorio nacional.
En palabras del gerente de la Orquesta, José Fernando Iragorri, "Gracias a este apoyo, la Sinfónica Nacional cumplirá cada vez más a su propósito de ser una orquesta con alma de país. Este año casi duplicaremos el número de ciudades visitadas, con relación al 2004. De los 100 conciertos que ofreceremos 44 serán en 40 ciudades diferentes a Bogotá; incluso, llegaremos a poblaciones donde nunca antes se había presentado una agrupación de este nivel. El caso más cercano son los conciertos que se realizarán la primera semana de marzo. La tradicional Chocoanita, identificada como el himno de este departamento, o los suaves calipsos isleños que siempre nos remontan al caribe, por primera vez serán interpretados en vivo, en formato sinfónico, por más de 80 músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia".
La última afirmación me ayuda a confirmar la ausencia de proyecto artístico que percibe uno de la Orquesta desde sus inicios. Pareciera ser que interpretar Chocoanita o "suaves calipsos isleños" en versión sinfónica por primera vez fuera más impactante e importante que tocar por primera vez en Chocó o en San Andrés una de las grandes sinfonías que cualquier orquesta debe tener en su repertorio. Aparte de las esporádicas temporadas de conciertos en Bogotá, la Orquesta Sinfónica ha estado viajando por el país (llegando inclusive hasta Venezuela) llevando programas que a nivel artístico no le han aportado un desarrollo en su sonido y en su técnica y que han contribuido poco o nada al público espectador en su contacto con las joyas de la música orquestal del repertorio universal.
¿Por qué negarle al Chocó o a San Andrés el deleite de la Sinfonía No. 40 de Mozart o el Adagio para cuerdas de Barber? Si bien son obras que para conocedores podrían ser trilladas, éstas fueron ya ensayadas y presentadas en Bogotá y en regiones apartadas serían una novedad y un hermoso regalo de una "Orquesta con Alma de País".
Hay en las orquestas una percepción errada de que a la gente no le va a gustar la música que usualmente toca una orquesta sino que toca entregar una que otra "complacencia" para garantizar que el público no se aburra. De haber tenido el Ministerio claro que su propósito al crear una nueva entidad musical iba a ser el de cubrir territorio y desarrollar un repertorio popular (porque ojo, esto no es nacionalista), éste hubiese optado por reconstituir la Banda Sinfónica.
A mí me alegra que la Orquesta haya logrado comprometer a una de las grandes empresas del país en la financiación de hoteles y pasajes. Viajar por el país no está mal y es una labor que juiciosamente ha asumido la Sinfónica. Sería interesante, no obstante, que llegara otro patrocinio de otra gran empresa que estuviera condicionado a impulsar el estudio y presentación del repertorio sinfónico que tanto elude la orquesta. Así llegarían Beethoven, Mozart y Mendelssohn a la costa, en vez de versiones pasajeras de la música de Escalona, Lucho Bermúdez y Pacho Galán.
PD 1
Jorge Barón estuvo en el anuncio del patrocinio de Telecom y alguien sugirió que la Orquesta apareciera en su famoso programa de televisión. Si la idea es cubrir país y tener patrocinios, como dirían los gringos, this is a no-brainer.
PD 2
Este fin de semana continúa la Temporada Sinfónica 2005 en el Teatro Colsubsidio con un recital de un dueto de guitarristas holandeses. ¿Se les quedó la orquesta?
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