"Though the CEO serves at the pleasure of the board, the board has certain responsibilities ... It is up to the board to keep an eye on the budget, cash flow and spending, and the board should be evaluating the performance of the CEO."
Richard Kessler, director ejecutivo del Center for Arts Education en Nueva York y antiguo director del American Music Center, citado en un artículo de The Salt Lake Tribune
Hace poco fui invitado a ser miembro de la junta directiva de una entidad cultural bogotana. Para muchos este puede ser un gran privilegio y una gran oportunidad de estar hombro a hombro con personas de gran influencia. Esto es lo que pasa en Estados Unidos donde, por ejemplo, ser miembro de la junta directiva del Museo de Arte Moderno (MoMA) en Nueva York es ser LA crema y nata de la ciudad. Me meto en este tema porque recibí en un resumen de noticias electrónico de la American Symphony Orchestra League (ASOL) una noticia sobre las deficiencias en el manejo de la fusión de la Sinfónica y la Ópera de Utah y cómo esto ha forzado a la nueva entidad a usar dineros donados para cubrir déficits. Este artículo me puso a pensar sobre el rol de las juntas en entidades culturales colombianas y el de las juntas en Estados Unidos.
En EUA, las juntas por lo general están compuestas por gente muy influyente de la comunidad que tiene un verdadero deseo de aportar con sus conocimientos, contactos y patrimonio al crecimiento y desarrollo de la entidad. Muchas veces ese deseo se da simplemente por una exigencia moral, una expectativa de parte de la comunidad. En Colombia los miembros de junta no están obligados a aportar recursos y la mayoría de las veces lo que más aportan es su nombre y su ayuda cuando la entidad necesita un descuento en contratos de publicidad o cosas por el estilo. Es decir, el nivel de intervención y compromiso de las juntas en EUA es mucho más alto. Esto lo hacen muchas veces gracias a la composición numerosa de la junta y la división de la misma en comités especializados (comités de mercadeo, recaudación de fondos, educación, ejecutivo, etc.). Esta estrategia le permite a las entidades recibir atención y supervisión especializada, un acompañamiento más constante de parte de la junta, y una eficiencia decisoria mucho más alta.
Aquí, donde las juntas son más pequeñas, la mayoría de las veces éstas se limitan a recibir informes y aprobar el presupuesto. Me parece importante que al interior de las mismas se plantee sus obligaciones en otros campos administrativos y su capacidad de guía de las entidades, pues muchas veces éstas pierden su rumbo por decisiones arbitrarias de gran impacto realizadas por un director ejecutivo desbocado o con intereses particulares.
Para los interesados, en Amazon.com hay varios libros sobre el rol y el liderazgo de las juntas directivas en el sector sin animo de lucro (buscar por "nonprofit boards") y en el web site de la ASOL también tiene una guía a la ética y responsabilidad de las juntas de las orquestas sinfónicas en Estados Unidos.
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