El compositor contemporáneo es víctima de la falta de conexión de mucha gente con la música orquestal, coral, de cámara, etc. y, sobretodo, es víctima de los cambios en los gustos en entretenimiento (no sólo en música). Para ser justos, a veces también es víctima de sí mismo. Sin embargo, es una persona que existe y que decidió hacer su vida en el lado creativo de la música. ¿Cómo hacer para que haya una reconexión de este personaje con el público y que en cien años alguien pueda vender su lobo-busto hecho en imitación de mármol?
Stephen McNeff acaba de publicar un artículo acerca de su trabajo como compositor residente de la Bournemouth Symphony. Aunque la figura no es nueva, este artículo de McNeff pone de presente el valor que estas iniciativas tienen para todos los involucrados en el mundo de la música de concierto: las orquestas, los compositores, el público, las escuelas, las editoriales, las disqueras, etc.
Coincidencialmente, ayer escuché una entrevista con el compositor en residencia de WNYC, la emisora pública de Nueva York, en donde este personaje cuyo nombre olvido, agradecía que esta iniciativa permitiera que sus obras recibieran múltiples presentaciones no sólo en vivo sino en transmisiones de radio.
Esta es una figura que nuestras orquestas e instituciones deberían estudiar. Toca tener en cuenta que esta figura no se limita a entidades culturales sino que también se puede circunscribir a empresas y hasta a entidades públicas (hace unos años leí un artículo acerca de una artista plástica en residencia en la empresa que recoge y dispone de los desechos de la ciudad de Nueva York).
Aquí está el link al artículo.
Stephen McNeff acaba de publicar un artículo acerca de su trabajo como compositor residente de la Bournemouth Symphony. Aunque la figura no es nueva, este artículo de McNeff pone de presente el valor que estas iniciativas tienen para todos los involucrados en el mundo de la música de concierto: las orquestas, los compositores, el público, las escuelas, las editoriales, las disqueras, etc.
Coincidencialmente, ayer escuché una entrevista con el compositor en residencia de WNYC, la emisora pública de Nueva York, en donde este personaje cuyo nombre olvido, agradecía que esta iniciativa permitiera que sus obras recibieran múltiples presentaciones no sólo en vivo sino en transmisiones de radio.
Esta es una figura que nuestras orquestas e instituciones deberían estudiar. Toca tener en cuenta que esta figura no se limita a entidades culturales sino que también se puede circunscribir a empresas y hasta a entidades públicas (hace unos años leí un artículo acerca de una artista plástica en residencia en la empresa que recoge y dispone de los desechos de la ciudad de Nueva York).
Aquí está el link al artículo.
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