Con pesar recibí un mensaje de la Biblioteca Luis Ángel Arango anunciando que la boletería para el concierto de Hespèrion XXI de este sábado se había agotado. Con pesar porque llevo una semana y media tratando de comprar boletas - llamé a Tu Boleta, fui a Tu Boleta, siempre encontrando la misma razón... no están a la venta todavía. A qué horas empezaron a venderlas y a qué horas se acabaron no tengo idea.
En todo caso, sniff, sniff por tres cosas...
1. Aunque es posible que de esto no se lea nada en el periódico o en las revistas, la visita de Hespèrion XXI a la ciudad es muy importante. La trayectoria artística del ensamble dirigido por Jordi Savall es importante, así como su obra discográfica.
2. Según el correo enviado por la biblioteca, "En cumplimiento del artículo 33 de la ley 996, el Banco de la República no realizará ninguna contratación directa durante la vigencia de la misma. En consecuencia, varios de los programas de rutina -conciertos, exposiciones, talleres, visitas guiadas, conferencias etc.- previstos para los siguientes meses quedarán aplazados". Qué implicaciones tenga exactamente este mensaje para la temporada de conciertos, no estoy seguro. No suena alentador en todo caso.
3. El concierto celebra los 40 años de la Sala de Conciertos de la Biblioteca. Quería estar en su concierto de celebración. La Sala de Conciertos fue el escenario en el que tuve muchos de mis primeros contactos con la música en vivo. A lo largo de distintas etapas de mi vida ha sido un espacio en el que he descansado de la rutina, he conocido gente, he compartido con amigos y con mi familia. La Sala ha sido un espacio vital en mi vida y quería ser parte de esa celebración.
Me hubiese gustado poder sacar el tiempo para entrevistar a Stella de Páramo con motivo de este aniversario. Nadie lo ha hecho (una muestra más de lo malo que es el periodismo cultural del país). Como sé que no voy a poder sacar el tiempo para ello, debo aprovechar sin embargo para agradecer y felicitar al Banco de la República, a la Biblioteca Luis Ángel Arango, a la Sala de Conciertos, a todo su staff y en especial a Stella de Páramo por mantener viva una tradición y un espacio donde muchos colombianos hemos encontrado nuestra humanidad y hemos aprendido a apreciar la pasión que es la música.
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