El artículo de la semana (aunque es de la semana pasada) está escrito por el chelista Julian Lloyd Webber, hermano de Andrew Lloyd Webber, y aparece en Telegraph, un diario inglés en línea. El artículo habla sobre uno de los casos jurídicos con mayor relevancia para la industria disquera especializada en música clásica. El caso afecta directamente al sello Hyperion, especialista en música antigua pues las cortes han decidido que el sello le debe reconocer derechos de autor a un musicólogo quien hizo la trascripción de unos manuscritos que posteriormente fueron usados por la disquera para la producción de un disco.
El caso es controvertido pues redefine qué es trabajo original al reconocerle originalidad (y por ende derecho de autoría) a una persona que no compuso una obra sino que a partir de documentos reconstruyó una obra de un compositor muerto hace siglos. Esto implica que cualquier disquera que quiera realizar grabaciones de música en donde un musicólogo haya intervenido, debe empezar a incluir una partida por reconocimientos de derechos para éste. Las consecuencias son obviamente financieras y a todo nivel. Automáticamente serán bastantes las obras que no serán consideradas de dominio público así sus autores originales sean anónimos y hasta hayan fallecido hace cuatro o más siglos.
El nicho de la música antigua había resultado una manera bastante económica de producir discos hasta la aparición de este fallo. Naxos, por poner un ejemplo, está (¿o estaba?) empezando a sacar grabaciones de música antigua. Sin duda, un duro golpe jurídico a la industria disquera mundial.
Artículos ñapa
Las Orquestas deben adaptarse (The Cincinnati Post)
Usando las nuevas tecnologías en el Museo (NY Times)
La labor del director asistente (Baltimore Sun)
La Sinfónica de Londres contrata a Valery Gergiev (The Guardian)
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