Vuelve a estar el proyecto Música Antigua para Nuestro Tiempo a Bogotá. La semana pasada inició una serie de conciertos con un programa en la sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango dedicado en su mayoría al arte vocal del Siglo XVII dedicado a la Virgen María.
En interpretación de los alemanes Gerd Türk (tenor), Jörg-Andreas Bötticher (clavecín) y Julian Behr (laúd), el italiano Cosimo Stawiarski (violín) y el tenor colombiano Andrés Silva, el programa, aunque centrado en cantos a la Virgen, se sintió balanceado y cuidadosamente organizado. Aparte de los motetes marianos, el programa incluyó algunas piezas para solo clavecín, y clavecín y violín.
Türk es un magnífico cantante. Tiene una calidad de sonido consistente en todo el rango melódico y tiene una capacidad de respiración que es impresionante para cualquiera que cante 2600 metros más cerca de las estrellas. Pero aparte de estos aspectos un poco técnicos, lo que realmente se destaca en Türk es su capacidad de entregarle al público un texto claro, con significado y con el mayor gusto musical. Un gran riesgo que corren los intérpretes de música antigua es pensar que todo debe sonar igual y que lo que más importa es la calidad del sonido. El miércoles pasado Türk demostró que un sonido parejo no es excusa para olvidar la interpretación.
El resto del ensamble hizo un excelente trabajo. Bötticher es un clavecinista preciso y un magnífico músico de ensamble - sabe brindarse a la interpretación del grupo. Lo mismo puede decirse de Julian Behr (laúd) y de Cosimo Stawirski en el violín.
La sorpresa más grata del programa fue el tenor colombiano Andrés Silva quien cantó en el Audi Caelum - Salve Regina de Monteverdi haciéndole eco a Türk, quien es su profesor en Suiza en la Schola Cantorum Basiliensis. La voz de Silva es ligera y amable y claramente está aprendiendo de su profesor no sólo los aspectos técnicos sino también los interpretativos. Aunque su voz suena un poco apretada en algunos pasajes -una característica de los cantantes jóvenes formados en Colombia- su presentación estuvo a la altura del ensamble.
Finalmente, toca destacar que Türk y Bötticher son profesores de la Schola Cantorum Basiliensis y que Stawiarski y Behr son egresados de la misma. El trabajo en Basilea claramente es bueno como lo demuestran éstos músicos y el trabajo de Andrés Silva y de Carlos Federico Sepúlveda, el director colombiano que dirige el proyecto de Música Antigua para Nuestro Tiempo y quien a partir de octubre de este año será profesor de teoría en la Schola.
PD
Las notas al programa, escritas por Jaime Cortés, me parecieron sensacionales. Lograron darme un excelente contexto para la música que iba a escuchar y para apreciar aún más el génesis de la música occidental.
En interpretación de los alemanes Gerd Türk (tenor), Jörg-Andreas Bötticher (clavecín) y Julian Behr (laúd), el italiano Cosimo Stawiarski (violín) y el tenor colombiano Andrés Silva, el programa, aunque centrado en cantos a la Virgen, se sintió balanceado y cuidadosamente organizado. Aparte de los motetes marianos, el programa incluyó algunas piezas para solo clavecín, y clavecín y violín.
Türk es un magnífico cantante. Tiene una calidad de sonido consistente en todo el rango melódico y tiene una capacidad de respiración que es impresionante para cualquiera que cante 2600 metros más cerca de las estrellas. Pero aparte de estos aspectos un poco técnicos, lo que realmente se destaca en Türk es su capacidad de entregarle al público un texto claro, con significado y con el mayor gusto musical. Un gran riesgo que corren los intérpretes de música antigua es pensar que todo debe sonar igual y que lo que más importa es la calidad del sonido. El miércoles pasado Türk demostró que un sonido parejo no es excusa para olvidar la interpretación.
El resto del ensamble hizo un excelente trabajo. Bötticher es un clavecinista preciso y un magnífico músico de ensamble - sabe brindarse a la interpretación del grupo. Lo mismo puede decirse de Julian Behr (laúd) y de Cosimo Stawirski en el violín.
La sorpresa más grata del programa fue el tenor colombiano Andrés Silva quien cantó en el Audi Caelum - Salve Regina de Monteverdi haciéndole eco a Türk, quien es su profesor en Suiza en la Schola Cantorum Basiliensis. La voz de Silva es ligera y amable y claramente está aprendiendo de su profesor no sólo los aspectos técnicos sino también los interpretativos. Aunque su voz suena un poco apretada en algunos pasajes -una característica de los cantantes jóvenes formados en Colombia- su presentación estuvo a la altura del ensamble.
Finalmente, toca destacar que Türk y Bötticher son profesores de la Schola Cantorum Basiliensis y que Stawiarski y Behr son egresados de la misma. El trabajo en Basilea claramente es bueno como lo demuestran éstos músicos y el trabajo de Andrés Silva y de Carlos Federico Sepúlveda, el director colombiano que dirige el proyecto de Música Antigua para Nuestro Tiempo y quien a partir de octubre de este año será profesor de teoría en la Schola.
PD
Las notas al programa, escritas por Jaime Cortés, me parecieron sensacionales. Lograron darme un excelente contexto para la música que iba a escuchar y para apreciar aún más el génesis de la música occidental.
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