
Orquesta Sinfónica Nacional
Los cuatro ingredientes esenciales en el triunfo orquestal según Jack McAuliffe son: visión artística, una sólida junta directiva, musicalidad de los instrumentistas y administración profesional.
Administración profesional: profesionales altamente competentes deben estar en cargos que van desde el director ejecutivo hasta los directores de mercadeo y educación. "Hay buena disponibilidad [de profesionales] para todos estos cargos", dice McAuliffe. "Si se hace bien, éstos pueden reunir todos los componentes y hacer que funcionen".
Orquesta Sinfónica Nacional: administración profesional
Muchas personas del campo musical estuvieron en contra de la liquidación de la Orquesta Sinfónica de Colombia con el argumento de que su inoperancia y lentitud tenía que ver con su limitado presupuesto ($4 mil millones anuales) y con su pequeña y poco profesional planta administrativa, cosas que no se arreglaban con una tortuosa liquidación que aún hoy tiene al viejo sindicato de músicos enfrentado con el Ministerio.
La planta administrativa de la actual Sinfónica (10 personas) sigue siendo una planta pequeña comparada con la de la Filarmónica (31 personas) y diminuta si se compara con la de orquestas internacionales donde puede haber hasta 70 personas involucradas en las operaciones fuera del escenario. La planta administrativa se constituyó con más demora que la planta artística pero ya lleva un buen periodo funcionando (algo más de un año, si no estoy mal) bajo la dirección de José Fernando Iragorri, su gerente general.
Según entiendo, Iragorri no tiene mayores conocimientos musicales pero sí gerenciales, una tendencia que se ve cada vez más en las orquestas norteamericanas donde el manejo financiero es de vital importancia. Acompañándolo en el equipo tiene a dos personas con conocimientos musicales y conocimientos del medio cultural colombiano. Juan Manuel Mosquera ha sido gerente del Festival de Música Religiosa de Popayán y Sandra Meluk directora académica del Departamento de Música de la Pontificia Universidad Javeriana. En la oficina de comunicaciones está María Juliana Martínez, a quien no conozco, pero cuyo trabajo debe ser excepcional pues es la única orquesta del país que logra recibir un cubrimiento regular en la prensa.
La planta incluye además un músico coordinador, un pasante, una secretaria y dos utileros. Es una planta pequeña y, aunque de mayor perfil profesional que la de la antigua Sinfónica, creo que sigue siendo insuficiente para desarrollar a una institución que debe recaudar fondos, promocionar sus eventos y tener un impacto en la comunidad. Por ejemplo, en la definición de McAuliffe se habla de un director de educación. En Estados Unidos, donde la cultura de asistir a conciertos es muy diferente a la de Europa y mucho más avanzada a la de Colombia, este cargo es de vital importancia en la formación de vínculos estrechos entre la orquesta y su comunidad y extremadamente importante en la generación de proyectos de desarrollo de públicos.
A mí me pareció un poco sorprendente que tras todo el alboroto en torno a la meritocracia y toda la alharaca alrededor de las audiciones para los músicos, la planta administrativa de la Orquesta se haya y se siga seleccionado a dedo. Sin entrar a descalificar a nadie, pues en realidad lo que ha hecho la minúscula planta administrativa de la Sinfónica durante su corta existencia es milagros operativos (la Sinfónica está de viaje casi todas las semanas), es importante recalcar que la escasez de personal también ha generado problemas en sus relaciones con otras entidades culturales, agentes y consulados. Esto -a largo plazo- genera dificultades en cualquier negociación con gente y entidades del medio, haciendo así más difícil que avance el proyecto estético de la Orquesta. Para llegar a tener el impacto y el crecimiento que quiere tener, la Sinfónica debe desarrollar una oficina de recaudación de fondos, una de educación y una de mercadeo. Esta sugerencia sigue al modelo gringo que es, en últimas, el modelo que ha adoptado la Sinfónica, una asociación que busca patrocinios, donantes, generar recursos propios y tener una excelente imagen corporativa, entre otras cosas.
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