Cuatro ingredientes esenciales, Parte VI
Musicalidad de los Instrumentistas: Orquesta Filarmónica de Bogotá
La Orquesta Filarmónica en Navidad
Los cuatro ingredientes esenciales en el triunfo orquestal según Jack McAuliffe son: visión artística, una sólida junta directiva, musicalidad de los instrumentistas y administración profesional.
Musicalidad de los instrumentistas: tienen que ser músicos dotados que entiendan y disfruten los retos de actuar como ensamble. "Probablemente hay en este momento una fuente de buenos músicos como nunca antes", dice McAuliffe, señalando la abundancia de músicos graduados de conservatorios.
Orquesta Filarmónica de Bogotá: musicalidad de los instrumentistas
Retomando lo escrito en la quinta parte de la serie, el músico orquestal debe ser una persona con capacidad técnica (tocar afinado, respetando el ritmo de la partitura y las dinámicas señaladas). Así mismo, debe ser capaz de trabajar en grupo y de seguir indicaciones musicales. Es decir, debe entender su papel dentro de una sección, acomodándose a una calidad de sonido que puede no ser igual a la suya y debe ser capaz de responder, casi que de manera inmediata, a las indicaciones hechas por el jefe de sección o por el director de la orquesta.
La Orquesta Filarmónica es una orquesta más vieja que la Sinfónica. Creada en 1967, la orquesta aún tiene músicos fundadores y alberga, a grandes rasgos, tres generaciones de instrumentistas colombianos (y algunos extranjeros de edades más bien parejas). En las tres generaciones de músicos colombianos se ve reflejada de manera bastante clara la evolución de la educación musical en el país. Si bien hay músicos fundadores que hoy son profesores universitarios y líderes de sección, muchos no son graduados de un conservatorio y han desarrollado una vida profesional gracias a la práctica y a una clara ausencia de competencia calificada en el pasado. Los más jóvenes, al contrario, son graduados de diferentes universidades y algunos hasta han adelantado estudios avanzados en el exterior.
Estas diferencias traen grandes dificultades a la hora de trabajar con la Filarmónica pues es complicado exigir de entrada, a toda la Orquesta, un mismo nivel. En gran parte, el éxito de Francisco Rettig consistió en dejarle claro a la Orquesta cuál era el nivel que él esperaba de su ensamble. Los músicos, especialmente aquellos que no tenían el más alto nivel, sabían cuánto tenían que trabajar preparándose para un primer ensayo y sabían que menos de eso iba a traerles mayor trabajo durante la semana de preparación.
La calidad alcanzada por la orquesta durante la dirección de Rettig demostró el alto nivel de musicalidad de la orquesta en cuanto a su capacidad de responder a indicaciones y trabajar como ensamble. De alguna manera, este aspecto contrarrestó la existencia de verdaderas fallas técnicas en algunos miembros de la agrupación orquestal.
Me parece importante señalar que en este momento se está reglamentando el proceso de audición para la Orquesta dado que, por ley, toda entidad pública tendrá que re-evaluar a todos sus empleados de carrera, así éstos lleven varios años trabajando en la entidad. El objetivo de esto es promover la meritocracia y hacer a las entidades más competitivas y profesionales. La Orquesta, al ser un establecimiento público se ve afectada por esta ley que puede terminar siendo un arma de doble filo para la vida musical de la ciudad. Dependiendo de la composición del jurado y de los criterios usados (esto se está reglamentando aún) se puede eliminar a músicos que no den la talla o admitir músicos inadecuados. Por otro lado, es posible eliminar a un músico inadecuado pero eso no implica que conseguirle un reemplazo vaya a ser fácil, lo cual pondría a la orquesta en la incómoda situación de tener que contratar al eliminado como supernumerario mientras encuentra al músico adecuado
Este proceso puede servir para darle un aire a la Orquesta, renovarse y dar un salto en su calidad, lo cual no significa que ese salto vaya a ser suave y sin problemas. Desarrollar el sonido de una orquesta es tan delicado como consolidar una relación amorosa en la que se aprende a disfrutar lo bueno, obviar lo malo o convertirlo en algo poderoso, y se llega a tener un idioma en donde las palabras muchas veces sobran. El proceso de re-evaluación puede ser muy útil en la oficina de impuestos en donde el sello siempre irá en la esquina inferior izquierda pero no en una orquesta donde el jefe de segundos violines ya sabe cuándo tiene que jalar a su sección y cuando puede relajarse.
La Filarmónica ha demostrado que la creación y calidad de una Orquesta, si bien requiere de gran destreza y musicalidad de parte de sus músicos, también depende de un proceso de madurez que toma tiempo y de un liderazgo artístico con una visión clara y con la capacidad de generar cambio. Sin excusar el pobre desempeño de algunos músicos de la Orquesta, es importante preguntarse si vale la pena sacrificar un sonido grupal que el tiempo poco a poco ha decantado simplemente por tener gente más calificada. En el mundo de las artes nada es blanco o negro y la realidad es que siempre se puede encontrar una manera de tratar casos extremos (indemnización monetaria) y, en último caso, el tiempo pasa y para eso existe la edad de retiro forzoso.
PD1
Los conciertos de Gaspar Hoyos en la Biblioteca Luis Ángel Arango fueron una muestra de profesionalismo impecable. Sin excesos, con un sonido muy redondo y claro, y con una total entrega a la partitura, Bogotá pudo disfrutar de la obra completa para flauta y continuo de JS Bach. Debo admitir que tanto el miércoles como anoche me fui durante el intermedio, pero por cosas más personales que sólo puedo justificar con un ridículo corolario que me inventé: "el barroco es bueno pero no tanto en una noche". Como dije hace una semana, ¡más Ligeti!
PD2
Ayer BogoMusic llegó a los 500 visitantes. Gracias a los que han visitado. Me encantaría recibir comentarios, sugerencias y recomendaciones.
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